Hace unos días, comentando con un txokero-tripasai el abundante menú que se degustó tras la asamblea anual, surgió en la conversación la figura de Trimalción y su famoso banquete narrado por Petronio en su obra “Satiricón”. Como quiera que mi contertulio desconocía al interfecto Trimalción y su banquete y por si alguno más puede estar interesado en ellos, paso a relatarles quienes eran y qué ocurrió.
Petronio, el árbitro de la elegancia en la época del emperador Nerón, escribió el Satiricón donde, entre otras cosas, describe el susodicho banquete, exagerado y extravagante, escrito con mucha ironía y a la vez crítica social. La cena transcurre en la casa de Trimalción, un liberto, que hace ostentación desmesurada de su riqueza y deja maravillados a sus invitados. Trimalción es el prototipo del nuevo rico, extravagante, caprichoso, voluble, con muy mal gusto, lo que hoy llamaríamos: un hortera. La cena, consiste en una secuencia de servicios con muchos platos, cada uno servido con gran teatralidad.
Por ejemplo en una de las escenas se relata que de la cocina salieron tres jabalíes vivos, y hace escoger uno a los invitados. No pasaron ni cinco minutos cuando, de la cocina, salieron los cocineros con un jabalí enorme ya cocinado. Trimalción llama al cocinero y le dice que no es posible que ya lo haya cocinado, y que además no lo ha limpiado adecuadamente, puesto que el animal parece muy rechoncho. A punto de castigarlo con unos cuantos latigazos, el cocinero abre el animal en canal y saltan de su interior gran cantidad de salchichas y embutidos.
Para que os hagáis una idea, el menú del banquete de Trimalción consiste en lo siguiente:
Entrantes
* Olivas blancas y negras presentadas en las alforjas de un asno de bronce.
* Lirones espolvoreados de miel y de adormidera.
* Salchichas servidas sobre una parrilla de plata donde ciruelas de Damasco y pipas de granada simulan brasas.
* Huevos de pasta, rellenos de ave, rodeados de yemas a la pimienta y al garum (una salsa echa a base de espinas de pescado fermentadas), presentados bajo una gran gallina de madera que simula estar incubándolos.
Primer servicio
* Una gran bandeja de plata con el zodiaco dibujado, donde en cada signo hay un alimento: capones, tetinas de cerda, liebre, pescados que nadan en una salsa de garum, pan caliente, etc.
* Jabalí relleno de salchichas y embutidos.
* Buey hervido servido entero.
* Pastelería y frutas que al apretarlas brota agua azafranada.
* Capón relleno y huevos de oca.
Segundo servicio
* Tordos de pasta rellenados de pasas y nuez
* Membrillos acribillados de espinas que representan erizos.
* Oca gorda rodeada de pescados y toda clase de pájaros hechos de cerdo.
* Cántaros llenos de ostras y almejas.
* Caracoles servidos sobre una parrilla de plata.
Y todo ello regado con vinos especiados procedentes de los más diversos rincones del Imperio Romano.
¿Quién se atreve con semejante comilona que, para más inri, se sirvió para cenar?
Nota: No sabemos qué fue de Trimalción, pero sí de Petronio. Murió desangrado al cortarse las venas, sabedor de que Nerón decretaría su detención y su muerte por haber criticado sus vicios y haber participado en una conjura contra el emperador.
Juanjo Romano